domingo, 22 de marzo de 2009

RUTA EN BICICLETA A CÁPARRA



RUTA EN BiCICLETA A LA CIUDAD ROMANA DE “CÁPARRA”.
18 de Noviembre de 2008




La ruta que realizamos este día forma parte del programa "Educación para la salud frente a la obesidad infantil y juvenil 2008", promovido por la Consejería de Sanidad y Dependencia y la Consejería de Educación. El objetivo es la promoción de hábitos alimentarios saludables y la práctica regular de ejercicio físico.
Pero el programa no sólo ha incluido la excursión a Cáparra sino también otras actuaciones en el ámbito escolar. Desde el área de Educación Física se han tratado aspectos en el aula con contenidos sobre alimentación saludable y actividad física: ¿Qué comemos?, ¿qué actividad física realizamos?. Para complementar estos aspectos y ejemplificar estos comportamientos saludables, se realizó una compra de alimentos saludables y equilibrados establecida por los propios alumnos para realizar un desayuno durante la ruta en bici.
El día se presentaba fresco para los 20 aventureros de 3º de ESO y los dos profesores acompañantes: José Javier y José Manuel, y nos hicimos un poco los remolones para no salir muy temprano. Al hecho ayudó que a nuestra querida Ana de 3º B se le había olvidado la bicicleta por increíble que parezca, y un familiar tuvo que traérsela rápidamente.

Salimos cerca de las 9:30 de la mañana y con poco más de dos grados, alguno no sentía los deditos de las manos ni la punta de la nariz.

Nos dirigimos al encuentro de la “Vía de la Plata”, columna vertebral de nuestro viaje de ida y vuelta, por un camino paralelo a la carretera que comunica la población de Zarza con la autovía, y nos desviamos hacia la cantera de “Los Mellis” antes de cruzar el río. De todas maneras, el citado río nos estaba esperando más adelante, cruzando el camino que seguíamos.
Sobre la temperatura del agua, podéis preguntar a nuestra querida Raquel de 3º B; ella os puede decir cómo estaba de fresquita, ya que dio con sus pies en el suelo justo en medio del río.

Una vez Raquel se sacudió los pies, continuamos la marcha hasta encontrar la Vía de la Plata, paralela a una de las vías de servidumbre de la zona, la que nos conduce a la localidad de Villar. Pedaleamos por la carretera unos 3 kms. amenizando la mañana "Dj. David", con sus Extremoduro y rumbeos variados.

Al cabo de esos 3 kms. en los que la "serpiente multicolor" se estiraba por el “ritmo infernal” que imponían los de cabeza, nos desviamos para coger ya todo el resto de ruta por camino de tierra, vadeando en un par de ocasiones dos regatos, para los que no hubo muchos valientes que lo hicieran montados en bici.
Sin mayores problemas, conseguimos llegar a Cáparra sobre las 11:10 de la mañana. Admiramos el arco unos segundos intentando imaginar la ciudad que se escondía en los alrededores bajo los olivos y las pocas piedras descubiertas.

Entonces Agustín, nuestro Director, apareció en el horizonte como un ángel de la guarda; significaba que la comida había llegado y era la hora de reponer fuerzas. Así lo hicimos descansando unos minutos en el centro de interpretación de la ciudad romana, al que luego accedimos para ver una visita virtual muy interesante de la ciudad, en la que se nos cuenta cómo era la vida de Cáparra en su época de mayor esplendor.

El desayuno fue del agrado de todos los participantes, aunque algunos echaban de menos un buen bocata de chorizo y salchichón o una tostada de pan-tumaca. Pero chico, el deporte es lo que tiene... no se puede querer todo.

Emprendimos el camino de regreso pasadas las 12 de la mañana, y a los pocos metros de salir, Elena dio con sus huesos en el suelo, lo que intentó aprovechar para librarse de la ruta y volver en coche, pero... no hija, no. Aquí hemos venido a hacer deporte e ir en coche no está en ningún catálogo deportivo, así que arriba y despacito con buena letra, los ánimos de los acompañantes le hicieron recapacitar y asumir su rol de deportista.

Primera avería en el camino, Daniel pincha y se descuelga del pelotón unos metros. Rápidamente el equipo técnico-mecánico formado por Miguel Ángel y David acuden a prestarle su ayuda y le hacen al grueso del pelotón que nos estaba esperando justo en el cruce con la carretera de servidumbre. un cambio de neumático que ya quisiera Alonso un domingo por la mañana.
Viendo que el asunto estaba controlado me adelanto para vigilar al resto de la tropa y me encuentro al desdichado de Pablo en medio del camino, dando su reino por un parche, ya que su llanta trasera también había dado en el suelo por pinchazo. Le reparo la cámara a cambio de un jamoncito ibérico, y continuamos juntos la marcha hasta alcanzar al pelotón.

Los percances brillaron por su ausencia a partir de este punto, completando la ruta sin más problemas, volviendo a cruzar el río al pasar la cantera, esta vez sin “naufragios”, y llegando al instituto sanos y salvos, como era nuestra intención, después de pasar un divertido día de bici de montaña, respirar aire de la dehesa, que por aquí sale bastante barato, y compartir momentos para contar a nuestros compañeros que no han venido, para intentar darles algo de envidia sana.

¡Nos vemos en la próxima!

Redacción: José Manuel Carrero. Profesor Educación Física I.E.S.O. Cáparra.









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