jueves, 10 de febrero de 2011

Excursión a Coria y Plasencia

Hola a todos de nuevo:

La última vez que nos leímos, hablamos sobre la excursión que estaba organizando Jose María Martín para enseñaros Coria y Plasencia y para ver sus respectivas catedrales...¡Eso fue el año pasado, justo antes de las vacaciones de Navidad.

De esta excursión tenemos pocas fotografías, pero una de ellas me ha llamado especialmente la atención. Se trata de la foto que os hicisteis delante de las campanas de la torre y con la que abrimos esta nueva entrada.


¿Os contaron algo sobre ellas? ¿Qué sabéis sobre campanas? ¿Os pica la curiosidad..

La Catedral de Coria tiene dos grupos de campanas bien diferenciados, tanto por su ubicación en el campanario como por su función. Para que os hagáis una idea, están colocadas más o menos así. Supongo que vuestra fotografía está tomada frente a las 6, 7 y 8.


La linterna (o parte alta de la torre) alberga las dos campanas del reloj para marcar las horas (una para los cuartos y otra para las horas) y una pequeña de señales.

Lo de las horas seguro que os suena, pero...¿campanas “de señales”?

No olvidéis que hasta hace no mucho tiempo, las campanas no eran un simple adorno para hacer compañía a las cigüeñas, sino un importante instrumento de comunicación. Tenían un lenguaje propio, una serie de toques conocidos por todos y que permitían informar a los habitantes del lugar sobre los más variados asuntos: si había nacido alguien (¡y si era niño o niña!), si había muerto alguien, si había boda, si se había iniciado un incendio o se acercaba una tormenta, si nos invadían, señalaban conmemoraciones y festividades...

¿Y esto desde cuándo...?
Según esta página http://www.museoferias.net/dic2002.htm, desde el siglo V.
A San Paulino de Nola (+431) se le ocurrió la idea de instalar campanas en los muros y espadañas de las iglesias, aunque aquella costumbre no se hizo oficial hasta un par de siglos más tarde, cuando el papa Sabiniano dió su aprobación.
Sabemos también que en el siglo IX se decidió que fuera obligatorio instalar una campana por parroquia. La idea debió gustar, porque pronto se empezaron a construir grandes campanarios que permitieron instalar campanas mucho mayores (por cierto: para lograr hacer estas grandes campanas, se fijaron en los sistemas de fundición de cañones y demás artefactos militares...).

Pero volvamos a Coria...

La campana encargada de marcar las horas está dedicada a San Emigdio, que es el santo protector contra los terremotos. No es casual ya que fue fundida en 1785, tres años después del devastador terremoto de Lisboa.
Sabemos todo esto porque la mayoría de las campanas llevan inscripciones o decoración de diversos tipos.
Las inscripciones suelen hablarnos de su nombre, a qué santo están dedicadas, el año de fundición, quién las hizo, quiénes fueron sus “donantes” (los que pusieron el dinero...) etc. Algunas incluso llevan inscritos fragmentos de salmos, de oraciones y hasta conjuros.
Las imágenes más frecuentes que encontramos en ellas son cruces de diferentes tipos, animales protectores, y franjas decoradas con distintos motivos ornamentales.

En la sala inferior, que es donde creo que os hicísteis la foto hay otras campanas aparte de las que se vislumbran en la imagen. Cuatro más pequeñas que tienen un curioso nombre: “pascualejas”. Son campanas fijas que permiten hacer repiques muy rápidos. Supongo que se llaman así porque son las que suenan sin parar el Domingo de Pascua (al menos en algunos lugares). En otros sin embargo, eran las campanas que se tocaban para anunciar la muerte de un niño.

Casi toda la información que habéis leído la he obtenido de la página que os cito arriba y de la que os indico a continuación. Si os interesa algo más sobre el mundo de las campanas, no dudéis en echarles un vistazo:

http://campaners.com/php/catedral.php?numer=677


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